Un día en Estanzuela...

Un día típico en Estanzuela comienza con un desayuno con alguna infusión, tostadas y dulces caseros, siempre servido sobre un lindo mantel. La mañana ofrece oportunidades para ejercitarse con un clásica trotada de 2km al Palo Verde. Aunque también es genial quedarse leyendo un buen libro en la hamaca de la galería este con vista hacia las Sierras Comenchingones. Al mediodía suena la antigua campana, está listo el almuerzo.
Los platos son simples, nunca falta una ensalada y el postre. Un rico cafecito o té, siempre y cuando no se quiera ir a dormir una siesta. Nuestros huéspedes generalmente coinciden: no hay lugar como este para dormir una siesta reparadora. La tarde es el momento ideal para las excursiones y la aventura, para salir del casco y enfrentar la naturaleza, para andar a caballo, admirar el trabajo de los gauchos o ir de safari fotográfico.
No hay nada como ver una puesta de sol sobre la cumbre de la sierra de la Estanzuela y bajar apurados por la llegada de la oscuridad.

La noche es el momento en el que se lucen los juegos de mesa, cartas y algún copetín para esperar la cena. Comer a la noche en Estanzuela es un momento muy social, para contarse lo que se vivió y planear el dia siguiente.Todavía no llega la hora ir a la cama, ya que miles de estrellas y la misma via láctea nos esperan cerca de los corrales, para tirarnos en el pasto, ver algunas estrellas fugaces caer y sí, finalmente ir a dormir.